Extraño comunicarme con los que considero cercanos a mí. No me quejo (tanto) de lo que ahora vivo, pero no puedo negar que me es sumamente duro todo esto de vivir por mi cuenta...bueno, a cuenta de mi papá, pero el negocio de vivir bajo mi responsabilidad es algo nuevo y chocante. Creo que el "trauma" viene a los vínculos que se crearon con mi familia los últimos años en los cuales aprendí a quererlos tal y como eran.
Mi mamá se convirtió en mi mejor amiga, mi papá en mi eterno cuidador y protector, mis hermanos en mis cómplices de travesuras y bromas, mi sis (siempre vi en ella a una pequeñita) una suerte de hija-amiga y mi abue, mi guía espiritual. Ahora a la distancia y a la pospuesta de un viaje es cuando me doy cuenta cuánto los extraño, cuánto los amo y cuán difícil será este año respecto a este asunto.
Con tanto en mi cabeza y corazón decidí escribir un mail a mis tan queridos amigos y tal vez las respuestas recibidas son un indicador de cuán cierto era ese cariño que profesaban por mí. Y es que en un mensaje tan cargado de todo, escrito con el corazón abierto, uno espera si quiera una frase como respuesta. Son 3 los que no respondieron y no me sorprende porque los conozco, sin embargo las de aquellos qué sí lo hicieron causaron en mí diferentes reacciones: lágrimas en su mayoría por tanta palabra emotiva, por la nostalgia y esa sensación de no estar presente en eventos que marcan. Las carcajadas que me arrancaron otros mensajes me hacen extrañar aquellas noches sin nada que hacer hablando huevada y media o en el caso de SanFer, las banquitas y almuerzos...en síntesis, ese ambiente en el que me desenvolvía tan naturalmente. Ahora todo es más cauteloso, un actuar precavido me acompaña (casi siempre) y hasta me hacen sentir distinta. Tantas nuevas cosas me hacen desconfiar y no darme a conocer tal y como soy, todo de forma inconsciente.
En este asunto de la no comunicación me pierdo mucho pero tal vez gano un poco más. Como dije, ya lloré en esta ciudad y es probable que no sea la primera vez. Growing Pains. Por otro lado, agradezco el hecho de haber encontrado a gente que merece mi estimación por estar ahí. De lo contrario, creo que todo hubiera sido distinto.
Estoy en casa, mi nueva casa y tengo que aprender a vivir en ella tal y como lo hacía en Lima: naturalmente y siendo yo y nadie más que yo.
1 comentario:
hola tere.. siempre te recuerdo mujer.... y aun más cuando estoy en esos días malazos en el que tu estabas ahi para escuchar.....creo q una carta no simboliza del todo el afecto que uno te tiene.. ayuda claro pero no refleja todo. Te extraño un monton mujer, pero asi es la vida, para delante nomás...espero nuevas noticias tuyas.cuidate
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