07 octubre 2009

Los aparecidos

Me dejó boquiabierta y con los pelitos de punta...no pensé que encontraría una respuesta en mi casilla de entrada. Casi desesperanzada tipié unas líneas sinceras y le di click al Send teniendo la certeza de que iba directamente al tacho. Me equivoqué y me alegra. Sí, es parte de mi vida y siempre lo recuerdo (en 3ra persona porque dudo mucho que algún día se asome por acá)...por eso siempre lo pienso. Lo quiero y quisiera que fuera feliz.

Luego, aquel que representó mi ilusión pasajera también se encontraba perdido en sus problemas y estrés. Me dio mucha pena verlo y no poder tocarlo y abrazarlo y calmarlo. No sé si lo hubiera conseguido, pero hubiera hecho el intento. Claro, es un gran paso el hecho de poder hablar con él cuando quiera...ojalá fuera más a menudo.

Ambos a su estilo me dijeron algo que necesitaba escuchar (o leer). Que era importante y que significaba mucho para ellos. Gracias, lo necesitaba.

No me considero carente en afecto, pero tengo mis 5 mins en los que me creo pobrecita de telenovela a la que todo le pasa y "nadie la quiere y todos la odian" y es ahí cuando necesito unas palabras que me ayuden a convencerme que hay problemas mayores en la vida. Que soy conciente de ellos es un hecho, pero que así nos las damos las que queremos protagonizar novelas algunas veces. Los problemas que uno tiene son mayores que los de nadie. ¡Qué vida tan dura! ¿verdad?

En fin, para muestra un botón. Encontré entre mis papeles una vaina que ahroa la encuentro ridícula, pero a la larga refleja como me sentía en esos momentos...en mis 5 minutos.

Su nombre es Nostalgia y se aparece de vez en cuando y se transfigura en mí.
Parece sonreir, pero no es así.
Bajo esa mirada esperanzada y sonrisa discreta, sólo guarda tristeza y dolor...
Ojalá algún día Nostalgia desaparezca de mí y pueda mostrar mi verdadera mirada y mi verdadera sonrisa.
El grito de Nostalgia es silencioso y por eso nadie sabe cuando está dentro de mí.
¡Nostalgia, vete ya!

Y viene acompañado del dibujito que cuelgo...Muy idiota -y hasta sin sentido- lo encontrarán muchos que me ven y me saben acá en Río de Janeiro. Pero así es pues cuando uno tiene mucho tiempo para pensar y está alejado de casa...supongo.


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