Hace una semana tuve el gran placer de recibir a alguien muy especial para mí. Aunque no fue mucho el tiempo que pudo estar por estos lares, me hizo revivir momentos casi en el olvido, me hizo sentir confianza de nuevo, o sea, me hizo sentir en casa por lo menos durante unos días.
Su regreso a nuestro terruño me dejó triste y lloré (una vez más, qué novedad!) porque tenía el presentimiento de que esos tiempos no volverán. Y claro que será así. No tengo una máquina del tiempo y dudo mucho que la consiga algún día.
...
Lo bonito fue pensar que ella no la pasó tan bien como pensé y, que el contrario, que ella también se sintió a gusto acá a pesar de las calamidades del tiempo (medido en segundos y grados centígrados).
Su regreso a nuestro terruño me dejó triste y lloré (una vez más, qué novedad!) porque tenía el presentimiento de que esos tiempos no volverán. Y claro que será así. No tengo una máquina del tiempo y dudo mucho que la consiga algún día.
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Lo bonito fue pensar que ella no la pasó tan bien como pensé y, que el contrario, que ella también se sintió a gusto acá a pesar de las calamidades del tiempo (medido en segundos y grados centígrados).
Te extraño y te quiero, Lola.
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