19 octubre 2010

Almighty

Las hormonas dejaron este "cuerpo decadente" y de repente mi autoconfianza ha sido restablecida. Una ola de amor propio me ha invadido y me hace sentir maravillosamente bien. Me gusta esa sensación.

Estoy en un estado en el cual sé que puedo hacer lo que me plazca, cuando quiera y con quien quiera...soy dueña de mi vida y nadie más interfiere. Siento que mis sueños están a la vuelta de la esquina y que mis objetivos están encaminados para su realización...y esa sensación no me da miedo, sabes?

Creo que finalmente aprendí a lidar con mis fantasmas, con mi soledad, con mis miedos, con mi nostalgia. No es que desmerezca la falta GRANDE que me hace mi familia, pero creo que ya mentalicé el hecho de ser "parcialmente independiente" -parcialmente porque aún dependo financieramente de mi papi-.

Los amigos, las calles, la comida, etc son irremplazables; sin embargo esta ciudad se va adueñando un poco más de mí y no sé cuando me enajenaré de ella nuevamente. Por ahora, todo parece posible...vamos a ver cómo se desarrollan las cosas.

1 comentario:

Jorge dijo...

me gusta tu blog, te seguire un beso cuidate!