En un mes no se me ha antojado escribir. Sea para evitar la fatiga o porque siento que no he tenido la inspiración necesaria para hacer mi aporte.
Ya estoy a punto de irme y no me siento triste. Es obvio que, por el contrario, quiero irme para seguir con mi vida. Y es que el retroceder a ser la hijita de casa es jodido cuando uno tiene sus costumbres sin nadie que le llame la atención ni se fije en todo lo que uno hace.
En fin...balance incompleto y supongo que el verdadero llegará cuando el estar sola en mi casa comience a pesar y el aburrimiento me lleve a desvariar. Por ahora disfruto mis últimos días.
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