07 abril 2011

De las alucinaciones

Recuerdo cuando decidí salir de casa para estudiar a otro lado. Donde pudiera crecer y aprender a que la vida no es solo abrir la boca para pedir cosas y recibir, sino que va mucho más allá de eso. Buscaba un lugar dónde comenzar esta aventura de vida y conocer nuevas personas. Personas y personas aparecen frecuentemente, pero solo algunas logran una reacción válida en mí.

Hoy ese día, en el que tomé la decisión de irme de casa, está en el aire flotando como un recuerdo que siempre vuelve cuando me siento desolada. Y me repregunto, casi en forma de auto-tortura, si fue lo mejor que pude hacer por mí. Si es lo que realmente quise. Y es que a veces la niña temerosa que aún vive en mí sale desesperada pidiendo que no la dejen solita, que no puede ella sola...y hasta hace su pataleta.

Es increíble de creer que aún no consigo estar totalmente en paz conmigo y que siento la necesidad de tener a alguien a mi lado. No termino de encajarme en la soledad de mi cuarto y grito en silencio por ayuda y, como está en mute, nadie escucha y reviento en llanto y así y así.

Qué bueno que no es un blog con muchos seguidores (si es que los que se listaron como tales lo leen), porque debe ser tedioso y kinda lame leer a una persona que evidentemente no consigue hallarse y que repite, cada vez que tiene un día o más de esos que son MALÍSIMOS CON MAYÚSCULA, que se arrepiente de la decisión tomada y quiere dejar todo de lado y mandar todo a la mismísima.

¿Es acaso la misma persona que hace algunos meses reclamaba de la "pseudo-cárcel" que representaba para ella su casa?

Una cosa: es el mismo cuerpo, la misma cara, pero que perdió su elán...el elán vital para que su existencia tenga un significado relevante.


2 comentarios:

apatico dijo...

a no? m vas a poner sentimental
!!!... viva radio Doble Nueve!!!!..T_T

T dijo...

Gracias a la (mini)platea eventual que deja su comentario y me hace sentir "menos" ridícula, ja"