Llegó el frío y junto las cobranzas de mis molezas. Lágrimas como siempre a flor de piel y la confianza en Dios -del cual uno siempre se acuerda en estos momentos, no?- y con las ganas de mandar y no mandar todo a la mismísima.
Daría lo que fuera por luego de cada día negro, como hoy, poder llegar en casa y hablar con mi mamá y que me dé un abrazo y que me sobe la espalda y que me diga que todo estará bien. Que no tenga miedo y que es parte de la vida.
Pero no tengo esa suerte. Tengo que vérmelas sola. Llegar a un cuarto vacío y tratar de reconfortarme con el mañana.
Hace unas horas, me di cuenta que verdaderamente tengo pocos amigos con los cuales contar incondicionalmente. Y que ellos normalmente no terminan conmigo fechando o bar. Es "gracioso" cuando uno acepta ese tipo de cosas y decide que será indiferente a esas personas...Sé que no podré de buenas a primeras, pero lo intentaré. Estoy intentando.
También me di cuenta que guardo algunos resentimientos con personas específicas y que afloran cuando estoy más sensible. Sin embargo, tengo amnesia episódica cuando todo es felicidad y opto por comportarme como la mejor amiga del mundo.
Quisiera dormir esta noche y despertar mañana con todo resuelto y sin dolor en el corazón. Quisiera no sentirme tan sola así. Quisiera un abrazo en este momento. Quisiera unas palabras de ánimo. Quisiera...un poco de calor humano.
"O que acontece é triste demais pra quem não sabe viver, pra quem não sabe amar".
Y creo que es eso: no sé vivir y no sé amar. Help?