"...y sé que vas a llegar a hacer cosas muy grandes, porque yo sé lo que he criado..." mientras lloraba porque dice que me va a extrañar.
Cinco días después.
"...lárgate de acá, ya. No te quiero ver más, majadera".
Es contradictorio ver como los sentimientos pueden cambiar de un momento a otro. Más cuando es de una persona que te ha dado la vida, te tenido dentro de ella por nueve meses y de pronto en una locura del momento la largas para siempre.
Y lo sientes más fuerte si uno es como yo. No se resiente para siempre, pero tendrá esas palabras muy presentes y dudará por siempre de todo el amor que puedas proclarmar. Ya no te creo, no es lo mismo. Es por eso que en mi cólera e impotencia de no responder peor dije:
"...claro, y las lágrimas de cocodrilo fueron en vano".
Para mí es verdad. Todo por la peliculina del momento y quedar como la mamá gallina que deja a sus pollitos. Bah! No se lo creo. Yo sé quiénes al final me extrañarán. Creo que puedo reconocer la sinceridad de aquellos que lo son. Los demás son, tal vez no hipócritas, pero lo dicen para llenarse la boca y no sentirlo.
Dejo a mi sis que sé que me necesitará en su adolescencia que se avecina como jodidísima.
Dejo a mi mejor amiga que también enfrenta una situación no muy fácil y que posiblemente sean más negras.
Supongo que eventualmente mis hermanos me extrañarán, pero andan tan metidos en sus cosas que ni cuentan se darán.
Los demás tienen cosas más importantes que hacer. Todos tenemos vidas y problemas propios. No dejo ni un futuro descorazonado, así que no hay mayor daño que dejar a mi hermana que también sabrá sortearlas (tal como yo espero) y a la Lola que también ya tiene su soporte más.
Todo dicho, todo hecho. Creo que al final ella supo despedirme de la mejor forma y más sincera aunque no la más cariñosa.
"...lárgate de acá, ya. No te quiero ver más, majadera".
Gracias por el hospedaje y de todas maneras sé que no lo dijiste en serio. Con todo ese odio momentáneo, me amas.
Cinco días después.
"...lárgate de acá, ya. No te quiero ver más, majadera".
Es contradictorio ver como los sentimientos pueden cambiar de un momento a otro. Más cuando es de una persona que te ha dado la vida, te tenido dentro de ella por nueve meses y de pronto en una locura del momento la largas para siempre.
Y lo sientes más fuerte si uno es como yo. No se resiente para siempre, pero tendrá esas palabras muy presentes y dudará por siempre de todo el amor que puedas proclarmar. Ya no te creo, no es lo mismo. Es por eso que en mi cólera e impotencia de no responder peor dije:
"...claro, y las lágrimas de cocodrilo fueron en vano".
Para mí es verdad. Todo por la peliculina del momento y quedar como la mamá gallina que deja a sus pollitos. Bah! No se lo creo. Yo sé quiénes al final me extrañarán. Creo que puedo reconocer la sinceridad de aquellos que lo son. Los demás son, tal vez no hipócritas, pero lo dicen para llenarse la boca y no sentirlo.
Dejo a mi sis que sé que me necesitará en su adolescencia que se avecina como jodidísima.
Dejo a mi mejor amiga que también enfrenta una situación no muy fácil y que posiblemente sean más negras.
Supongo que eventualmente mis hermanos me extrañarán, pero andan tan metidos en sus cosas que ni cuentan se darán.
Los demás tienen cosas más importantes que hacer. Todos tenemos vidas y problemas propios. No dejo ni un futuro descorazonado, así que no hay mayor daño que dejar a mi hermana que también sabrá sortearlas (tal como yo espero) y a la Lola que también ya tiene su soporte más.
Todo dicho, todo hecho. Creo que al final ella supo despedirme de la mejor forma y más sincera aunque no la más cariñosa.
"...lárgate de acá, ya. No te quiero ver más, majadera".
Gracias por el hospedaje y de todas maneras sé que no lo dijiste en serio. Con todo ese odio momentáneo, me amas.
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