02 diciembre 2008

La incredulidad en su máxima expresión

Es muy probable que mi rostro no se vea tan iluminado como los últimos días y es que creo que el globito ya se desinfló. Si pues, un balón de gas sería mejor. Es más duro y resistente. Aunque cuando explota, lo hace sin minimizarlo.

La cuestión es que para alegría de muchos ya se fue el efecto o qué se yo. Tal vez sus oraciones y plegarias fueron oídas por el ser supremo y todo lo rosa es de nuevo blanco y negro...triste...viejo. ¿Duele? No lo sé, pero la sensación no es añorable, no. Es como que te estrujaran las entrañas y te las quisieran sacar de un tirón por la boca. "Pero te lo dijimos", dirán y se reirán.

No me importa. No es la primera vez y mientras duró fue rico. Esa sensación de que todo puede pasar y nada ni nadie puede detenerte. Todo es un cuento de hadas en dónde todo termina en 'y vivieron felices por siempre'...jajaja, ¡tan ingenua, niña! ¡qué niña! ¡SI YA SABES CÓMO ES ESTO!

Insisto, no me importa. Nada está dicho, pero todo al mismo tiempo. Pisando en tierras movedizas no se llega lejos. Puedes afixiarte, puedes morir en el intento de atravesarlas, pero igual estás dispuesto a hacerlo si es que sabes que esa es tu única salida.

Ya Río dirá lo que tiene que pasar y lo que no. Eso sí, escúchate y no a los demás. Hazte caso, tú sí sabes.

Palavras, apenas, palavras pequenas...palavras ao vento (8)


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