05 agosto 2010

Sans le petit-ami

Hace ya una semana. Hasta me es revitalizante no convivir del modo en que lo hacíamos. Ambos a cuestas de otros: eso no es vida de adulto y sí de niños acomodados.

Siempre dije que antes de casarme, me gustaría vivir un lapso razonable de tiempo con esa persona a la que pienso juntarme (creo que todavía no la conocí). Es difícil no encontrar "sorpresas" cuando uno anda en una relación en la cual cada uno vive en un hábitat diferente...inclusive siendo una relación que lleva un tiempo largo. El convivir desde el inicio al final del día implica toparse con costumbres, rutinas, comportamientos específicos, manías, etc...es crear un hogar mutuo en el cual se puede vivir a vontade. Exagerando, cada quien en su canto.

En estos días me he dedicado a mí. He hecho lo que he querido y creo que disfruté mucho. No digo que extrañe ser soltera (porque nunca me han prohibido nada). Sin embargo, no niego que me molesta un poco la dejadez del individuo. Tanta independencia parece confundirse con desinterés y, como mujercita que soy, ya llega a molestar.

Vamos a ver como se desarrollan los siguientes días, pues mi autoconfianza y autoestima están reloaded. Lo que me da energías para conseguir todo (y TODOS) lo(s) que quiera.

Nota: No sé si alguien lo lee, pero no lo hice de advertencia. Como dice el blog: Hay cosas que ni qué. Tengo o no tengo razón?